7 juegos educativos al aire libre para niños
Los niños son personas inquietas, que les gusta moverse, saltar y jugar a todas horas. Los padres, en un intento porque se estén quietos, usan las consolas, tablets y móviles para entretenerlos. Pero no es saludable que se pasen horas sentados en un sillón mirando una pantalla. Por eso, de vez en cuando, conviene salir a hacer ejercicio. Y para hacerlo más divertido, los juegos educativos al aire libre para niños son una muy buena opción.
Estos juegos educativos al aire libre gustarán a pequeños y grandes
Si has decidido salir de casa con tus hijos y quieres que jueguen al aire libre, entonces necesitas algunas opciones donde elegir. Los juegos al aire libre ayudan a que los niños hagan ejercicio, mejorando la coordinación de su cuerpo. Sin embargo, también pueden ser educativos. ¿Te proponemos algunos?
1. Muerde el rosco
Niños y dulces. Es una combinación perfecta porque a la gran mayoría de los pequeños les encantan los dulces. Y con ellos se puede hacer ejercicio al aire libre y jugar un rato. Por eso, te proponemos el siguiente juego: Coge un poco de cuerda fina y ata unos donuts o roscos caseros a las ramas de algún árbol para que queden a diferentes alturas. Ahora, los niños pueden comerse los donuts, pero solo usando su boca, sin las manos. Claro que les costará ya que la cuerda se moverá conforme ellos se acerquen, o no llegarán a esos donuts, y tendrán que utilizar su inteligencia y el equilibrio para conseguir su objetivo.
2. La carrera del globo en la cuchara
Es de los juegos educativos al aire libre que más van a gustar a los pequeños, sobre todo en época de calor. Se trata de tener a mano una cuchara de palo y un globo. Este último debes llenarlo de agua un poco y cerrarlo. Colocándolo en la cuchara, los niños tienen que hacer una carrera para ver quién llega a un punto con el globo en la cuchara (sin que se caiga ni se rompa). Después puedes ir poniéndolo más difícil, por ejemplo haciendo que la cuchara la lleven en la boca.
3. La Rayuela
Todavía se recuerdan algunos juegos educativos clásicos, que se jugaban hace años en las calles y colegios, como es el caso de la Rayuela. Para jugar, solo necesitas una tiza para poder escribir en el suelo. Simplemente hay que dibujar el "tablero" comenzando por el 1, 2 y 3 en vertical, 4 y 5 en horizontal, 6 y 7 en vertical, 8 y 9 en horizontal y, finalmente, el 10 en vertical. Ahora, el niño tira una piedra hacia la casilla número 1 para, a la pata coja (salvo en los números 4- 5 y 8-9) recorrer todo el camino (hacia delante y detrás) para volver al inicio y de nuevo empezar (en este caso tirando la piedra en la casilla 2). El equilibrio, así como ayudarle a aprender a contar, puede ser el objetivo del juego.
4. ¡Pisa el globo!
No hay nada más divertido de hacer juegos educativos al aire libre como tener varias personas participando en el juego. Y eso es lo que necesitas en este caso. Para ello, se debe inflar un poco un globo y atarlo con un poco de cuerda al tobillo de cada participante. El juego consiste en intentar pisar el globo de la otra persona, y mantener en suyo intacto ya que, si alguien lo explota, pierde.
5. Los tres pies
En este caso, este es uno de los juegos más adecuados cuando se quieren solucionar los problemas entre niños, ya sean solo amigos, compañeros de clase o hermanos. Y es que van a tener que ponerse de acuerdo para ganar, e incluso para participar. Para jugar, hay que atar un pie de cada niño junto, de tal manera que tendrán un pie libre y otro unido al de su compañero. Así, a la hora de andar, o de correr, los dos deben moverse al mismo tiempo para conseguirlo, ya que, de lo contrario, se caerán.
6. ¿Qué planta es? / ¿Qué animal es?
¿Qué tal si vais de viaje a un lugar donde haya muchos tipos de plantas o de animales? Los niños son curiosos por naturaleza y puedes usar esa curiosidad para fomentar su educación sin que se den cuenta. Y es que puedes plantear el crear un diario de plantas o diario de animales. En el caso del primero, puedes hacer que recoja algunas plantas que después puedes enseñarle a prensar y a reconocer en el campo, a informarse de lo que ve y a escribirlo. En cuanto al diario de animales, dependiendo de cuáles sean, podría recoger la huella de esos animales, y poner su descripción y el sonido que hacen.
7. La tirolina
¿A quién no le gusta lanzarse en el aire y recorrer unos metros suspendido? A los niños les encanta esto y puedes hacerlo fácilmente ya que lo único que necesitas es una cuerda resistente, un par de árboles y una escalera. Con este juego puedes ayudarles a que fortalezcan sus músculos, pero también a perder el miedo a las alturas, a ser intrépidos, etc. Hay muchos más juegos educativos al aire libre para niños que puedes probar. Solo tienes que planificar los que más gustan o con los que más os vais a divertir