
Ideas de juegos didácticos caseros para pasar una tarde entretenidos
Hay ocasiones en las que no nos apetece nada salir de casa. Bien sea porque está lloviendo, porque hace calor, o simplemente porque se está cansado, el hogar se convierte en el mejor lugar donde uno querría estar. Pero no es bueno pasarse toda la tarde viendo la televisión o jugando videojuegos. A veces, los juegos didácticos caseros hacen que la rutina desaparezca y te encuentres divirtiéndote en familia con ganas de repetirlo más veces.
Juegos didácticos caseros que puedes hacer tú mismo
Cuando pensamos en jugar, lo primero que se nos ocurre es sacar algún juego de los que has comprado. Pero lo cierto es que, para divertirse, no hace falta gastar dinero. De hecho, seguro que en casa tienes muchas cosas que puedes utilizar para crear juegos. ¿Te lo demostramos?
Un twister casero
El juego del twister seguro que lo conoces. Se trata de un manta de plástico que se pone en el suelo que tiene círculos de varios colores. A eso se le une un tablero con una flecha y colores además de manos o pies.
El twister consiste en aguantar lo más posible tocando con manos y pies los colores que te diga el tablero. Sin caerte.
Ahora bien, no necesitas comprarlo. Puedes hacerlo tú mismo. Por ejemplo, puedes comprar un trozo de plástico transparente y pegarle pegatinas grandes de colores formando círculos. Para el tablero, un poco de cartón, una flecha recortada y más pegatinas de colores y alguna de manos y pies (o el dibujo hecho).
Y ya está la diversión asegurada.
La carrera de los pompones
Si tienes pompones en casa (o bolitas de algodón, que también funcionan) y un poco de cinta adhesiva, tienes un juego que encantará a grandes y pequeños. Solo te faltaría hacerte con una pajita para que estés todo listo.
Lo único que tienes que hacer es crear con cinta adhesiva un circuito. Te recomiendo que la cinta sea ancha, sobre todo si los niños son pequeños. Además, si no quieres que después te cueste mucho quitar la cinta, podrías pegarla en un papel continuo en el suelo, de tal manera que cuando terminéis de jugar puedas guardarlo y usarlo para otra ocasión (así reciclamos).
¿Qué se hace? Pues es muy sencillo, los participantes deben soplar con la pajita para que el pompón o el algodón se mueva a lo largo del circuito (sin salirse) y ganará el que lo haga en menos tiempo.
Anillas caseras
¿Usas servilletas de papel en casa? ¿De las de rollo? ¿Y tienes platos de plástico? Pues ya tienes un juego en casa. Lo único que necesitas es eso mismo, aunque, si quieres un poco más, pon a mano colores para que cada uno pinte los platos del color que más le guste.
Se trata de coger varios platos de plástico y recordar el centro de los mismos (solo se quedará la parte de fuera) a modo de anillos. Después, los niños pueden pintarlos del color que quieran, pero todos iguales. Cada uno tendrá sus anillas de color.
Ahora le toca el turno al rollo de papel de cocina. Este por sí solo se puede caer, pero puedes pegarle en la parte inferior un plato de plástico o una superficie que le dé estabilidad para que no se vuelque.
Ya solo queda establecer desde qué distancia tiráis las anillas y ver quién consigue meterlas todas.
Una función de teatro
Reconócelo, los teatros de guiñol, los de marionetas, ya no se ven tanto como antes. Y es una pena, porque a los niños les encanta. Así que, uno de los juegos didácticos caseros que podrías hacer en casa es un teatro.
Para ello, no necesitas mucho: cartón, tijeras, unas pajitas y un poco de cinta adhesiva. Ahora solo debes encontrar las siluetas de los personajes que quieres, recortarlos en el cartón y pegarlos con cinta a la pajita.
Coloca una cuerda de un extremo a otro para colgar una sábana blanca. Apaga todo excepto una luz por detrás de la sábana blanca. De esa forma, cuando pongas una figura verás una sombra. Y de eso se trata, de construir una historia con esos personajes y viendo cómo las sombras van desarrollando el cuento. A los niños les fascina.
El puzle de la familia
¿Y si cogieras una foto y la trocearas hasta el punto de tener que montarla después? Algo así puedes hacer al imprimir un dibujo. Puedes recortarlo en varios trozos para que los niños lo monten. De esa manera, conseguirás que estén entretenidos y, al mismo tiempo, ayudarás a que mejore su concentración con un juego.
Los juegos didácticos caseros les enseñan a los niños que no hay que comprar nada para divertirse y jugar, sino que, con su imaginación, y algo de creatividad, pueden utilizar elementos que hay en casa para hacer sus propios juegos.