
Juegos educativos para niños con discapacidad que enseñan integración
Los niños con discapacidad no solo tienen dificultades en sí mismos, sino que la sociedad también los discrimina y los aleja de otros niños. Por eso, es tan importante utilizar juegos educativos para niños con discapacidad que, al mismo tiempo, integren y hagan que otros niños se sientan igual que él o ella, para que vean desde otra perspectiva la situación de otro.
Existen muchos juegos educativos para niños con discapacidad, divididos cada uno según las necesidades que tenga: problemas de movilidad, hiperactividad, ceguera o sordera, síndrome de down, etc. Los juegos tratan de enfocarse en ese problema y tomarlo en realidad como una ventaja, para que se sientan integrados en la clase y se les enseñe que no por ser diferentes significa que no pueden competir con otros (e incluso ganar).
Los mejores juegos educativos para niños con discapacidad
Ya sea que tengas un hijo con discapacidad, o seas profesor o maestra con niños con discapacidad, estos juegos que hemos reunido pueden venirte muy bien.
1. Cantar y bailar
Uno de los primeros juegos, que además es perfecto para niños discapacitados con problemas motrices, son los juegos de cantar y bailar. Para ello, hay que localizar canciones que permitan hacer palmas, subir o bajar brazos o piernas, etc. enfocadas a esos niños.
Para ellos, es una diversión, pero también una forma de ejercitar su cuerpo y ayudarle a que aprenda a controlarlo, aunque al principio les cueste un poco hacerlo.
2. Escucho el cuento
Para aquellos niños que tienen problemas de lectura, o de pronunciación, Internet sí puede ayudarles con ello, ya que hay aplicaciones y programas, además de páginas web, donde podrán escuchar cuentos y, con ello, mejorar su pronunciación.
Por supuesto, que solo lo escuchen no sirve, pero sí se pueden hacer actividades al respecto como por ejemplo pedir que repita la frase (con lo que fomentamos la memoria), pedir que la escriba, o incluso que siga el libro en base al cuento que está escuchando para que relacione las palabras y la forma en que se pronuncian (y leen).
3. El Monopoly
¡Sí! Entre los juegos educativos para niños con discapacidad está el Monopoly, un juego donde se trabajan varios objetivos: por un lado, el aprender a contar; por otro, el movimiento de la ficha usando la pinza (dedo pulgar e índice), algo que les cuesta a muchos niños; memoria; concentración; y raciocinio para comprar con cabeza y no quedarse sin dinero.
Es uno de los juegos más completos que hay y que gusta a los niños, además de ayudarles a la hora de planificarse con un dinero para conseguir mejorar su estatus y ser el vencedor.
El Monopoly también puede jugarse al aire libre, construyendo un tablero gigante y haciendo que las fichas sean los propios niños para hacer más inmersiva la situación.
4. Carrera de obstáculos
Un juego ideal para cualquier niño, incluidos los niños con discapacidad, ya que se puede adaptar a sus necesidades y conseguir que se integre. Se puede jugar en el colegio o en casa, y lo único que hay que hacer es poner algunos obstáculos que hay que sortear. Y el primero que llega, gana.
Dependiendo de la discapacidad que se tenga, los obstáculos irán más o menos separados y, para que todos estén en las mismas condiciones, han de ir iguales. Por ejemplo, si el niño lleva muletas, los demás también tendrán que llevarlas (para así fomentar la igualdad). Y si va en sillas de ruedas, los demás igual (por ejemplo sillas de escritorio con ruedas).
5. El juego de la silla
Seguro que te acuerdas de él. Se ponen varias sillas, siempre una o dos menos que los jugadores que participan. A continuación se pone música y todos han de bailar y dar vueltas sobre las sillas.
En un momento dado, la música para y todos los participantes han de sentarse lo más rápido posible. Los que se quedan de pie, pierden y se retira una silla para seguir el juego hasta que solo quede uno.
En este caso, con niños discapacitados también se puede jugar, adaptando el juego, por supuesto, por ejemplo con música con ritmos no muy rápidos.
Los juegos educativos para niños con discapacidad tienen la ventaja de que pueden cambiar las reglas y adaptarlo a las necesidades de la persona o del grupo para que todos se sientan iguales y participen en las mismas condiciones.